Este pasado fin de semana se declaraba un incendio entre las localidades de Castell y Platja d’Aro, en Girona, dejando calcinadas un total de 71 hectáreas de vegetación. Aunque no causó daños personales, llegó a afectar a la fachada de algunas viviendas de urbanizaciones próximas y más de 350 vecinos tuvieron que ser desalojados.

El fuego, que se originó por los trabajos de mantenimiento de limpieza de franjas perimetrales que se estaban llevando a cabo en la zona, no llegó a penetrar en el Macizo de las Gavarres gracias a la efectividad de los bomberos desplazados hasta la zona y a la intervención de los trabajadores del nuestro asociado el Club Golf d´Aro, que ayudaron desplazando cen­te­nares de metros las líneas de sus aspersores para hacer un gran muro de agua, dada la presión de estos sistemas de riego, que sirviera de cortafuegos. Esta rápida intervención por parte del personal de Club Golf d´Aro fue clave en la extinción del incendio evitando que el fuego avanzara y la tragedia fuera mayor.

En este sentido, cabe recordar el importante papel de los campos de golf como aliados para combatir los incendios, pues no sólo sus lagos sirven para abastecer de agua a los servicios de extinción, sino que sus amplias calles actúan de cortafuegos ante la proximidad de un incendio. Y hasta los sistemas de riego son utilizados hábilmente para extinguir el fuego, tal y como sucedió en el Club Golf d´Aro.