El sector del golf insiste en reivindicar su rechazo a la nueva normativa europea de regulación de fitosanitarios en el marco de Iberflora, la feria de jardinería que reúne a todos los profesionales del sector en Europa, y que ha tenido lugar estos días en Valencia.
María Gutiérrez ha participado como técnico especialista en greenkeeper representando al sector del golf en las VIII Jornadas técnicas Ágora Verde celebradas en Iberflora, en la mesa redonda organizada por el grupo de Áreas Verdes de AEPLA, dedicada al Impacto del nuevo reglamento en usos no agrarios, moderada por Mª del Carmen Márquez, responsable del Grupo, y en la que también han intervenido Noé Feijoo, representante de la industria de sanidad vegetal de AEPLA, José Gonzalvo, Tercer Teniente de Alcalde del Ayto. de Torrent y Jordi Giné, Jefe del departamento de Sanidad Vegetal de la Generalitat de Catalunya.
En ella, María Gutiérrez ha expuesto la postura del sector defendida ya ante el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (acceder a la información), asegurando que “los profesionales del sector del golf estamos trabajando para poder desarrollar nuestra profesión dentro de un marco legal. Desde hace varios años todas las instituciones del sector del golf se han reunido varias veces con Sanidad Vegetal para desbloquear esta situación, pues necesitamos que Europa reconozca un mapa climático que se ajuste a la problemática de cada zona y, por otro lado, el registro único europeo para cada producto, que mantendría las materias activas que utilizamos en unos rangos de precios reales y acordes con la economía que maneja la industria, más parecida a la hortícola y frutícola.”
Asimismo, ha apuntado que “el objetivo principal del borrador de esta propuesta de Reglamento (2.021/2.115) elaborada por la Unión Europea es la limitación del uso de productos fitosanitarios para los céspedes deportivos, tal es el caso de los campos de golf, así como la prohibición expresa de la utilización de Productos Fitosanitarios Químicos, incluso los de origen biológico y los de bajo riesgo, en los terrenos deportivos al considerarlos ‘zonas sensibles’, con el consiguiente perjuicio que ello ocasionaría, imposibilitando la inexistencia de los campos de golf en el sur de Europa,
Teniendo esto en cuenta, el sector del golf se vería gravemente afectado y se pondría en riesgo una industria que se presenta como un motor turístico para España y como primer destino mundial según el “EL GOLF COMO CATALIZADOR DE LA ACTIVIDAD ECONÓMICA”, elaborado por el Instituto de Empresa University (IE) en colaboración con la Asociación Española de Campos de Golf (AECG) y la Real Federación Española de Golf (RFEG).
No en vano, según dicho estudio, el sector atrae al año a 1.195.000 turistas extranjeros. El 98,6% de los mismos provienen de Europa. La comparación de esta cifra con los 4,2 millones de jugadores de golf registrados en Europa muestra tanto el liderazgo de España en el turismo de golf como el potencial de crecimiento de este.
En este sentido, existe una gran preocupación en el sector del golf por la implantación de esta normativa, que imposibilitaría la existencia de Campos de Golf en el sur de Europa, haciendo imposible la comercialización de las instalaciones, así como la celebración de pruebas profesionales en las mismas.
De esta forma, cabe recordar que el uso de estas sustancias de último recurso está legislado a nivel europeo a través de la Directiva 2.009/128/CE y a nivel nacional a través de su transposición por el Real Decreto 1311/2012 sobre el Uso Sostenible de Fitosanitarios. Esta legislación es muy restrictiva en nuestro país (junto a Holanda las más restrictivas de Europa) y obliga a llevar un control minucioso de los productos que se aplican, dónde se aplican y por qué, debiendo además estar toda la operación supervisada por un Asesor especializado en Fitosanitarios (Asesor ROPO).