En Lo Romero Golf la experiencia de cada jugador se construye mucho antes del primer paso en el campo, cuando el sol aún no ha salido y el equipo de mantenimiento ya está en marcha.
Cada mañana, cuidan cada metro del recorrido, revisan el estado del césped, los greenes, bunkers y cada detalle para que, cuando lleguen los jugadores, encuentren un campo en estado óptimo. Ese trabajo silencioso y constante es lo que permite ofrecer no solo un recorrido de calidad, sino una experiencia completa, donde el golf se vive con los cinco sentidos.